martes, 7 de mayo de 2013

TRABAJO SOBRE ORIENTACIÓN FAMILIAR


ORIENTACIÓN FAMILIAR

RESOLUCIÓN DEL CASO 1.









  

SARA RODRÍGUEZ SÁNCHEZ
2º DE EDUCACIÓN INFANTIL
EDUCACIÓN Y SOCIEDAD 

ÍNDICE

Orientaciones para los padres de forma general……………………………………….………... 3

Orientaciones para los padres en relación a Roberto……………………………….………..... 4

Orientaciones para los padres en relación a Juan……………………………………………. 10

Actuación del centro educativo………………………………………………………………………... 13

 

 

 

 

 

 

 

 

Orientaciones para los padres de forma general:

                Antes de establecer una serie de pautas y consejos a “V” y a “M” sobre cómo actuar con sus hijos, debemos analizar su punto de vista y establecer una visión general de ambos:
“V” es una “madre araña”, ya que la protección que tiene hacia sus hijos es excesiva, aunque sobre todo con el mayor, “J”, pero además de esto es permisiva con el hijo pequeño, permitiéndole hacer lo que quiere, afirma que está desesperada con él.
“M”, el padre, no permanece en casa la mayoría del día, apoya en todo momento las acciones de la “V” y dice que está un poco perdido si están haciendo lo correcto.
                Debemos de hacerles ver que la educación de los hijos se lleva a cabo de una manera conjunta apoyándose uno en el otro, respetando los castigos, haciéndose cómplices mutuamente en las decisiones que deseen tomar,...
Para ser buenos padres no hace falta ser muy protector, muy permisivo,… debemos encontrar un término medio entre ambos extremos.
               












Orientaciones para los padres en relación a “R”:

Uno de los aspectos a destacar del comportamiento de “R” sería que no cumple las normas básicas y reacciona con rabietas y pataletas, e incluso amenaza a su madre, y a su padre le ha levantado la mano, pudiendo deberse a que los padres no saben castigarle, le repiten la instrucción varias veces y le transmiten al niño sus miedos e inquietudes por lo que “R” actúa sabiendo lo que va a conseguir. Para hacer frente a esta situación se les aconseja a los padres:
-          Establecer normas y límites claros, acorde a la edad, por ejemplo, la hora de acostarse (a las 21 h) y levantarse (para ir al colegio); los tiempos de juego (después de hacer las tareas del colegio), poner la mesa; ponerse el pijama; Hay que ser firmes con las decisiones que se toman y no mostrar duda alguna.

-          Dar las órdenes con un tono normal, sin alterarse, de manera firme y una sola vez; de este modo evitamos que “R” se altere y actúe con rabietas o pataletas.

-          Es importante dar las órdenes de una en una, por ejemplo, si le digo “ponte el pijama”, no puedo decirle también “cepíllate los dientes”. Primero se da una orden y cuando la realiza se refuerza y se da otra.

-          Una vez demos una orden, nos retiramos a nuestras actividades, pero si el niño no cumple la orden, se repite y nos volvemos a retirar. Para asegurarnos de que el niño ha entendido la orden se le dice que te repita lo que has dicho, de tal modo sabemos que entiende lo que tiene que hacer. Es aconsejable decirle al niño que podemos ayudarle a realizar la tarea.

-          El castigo nunca ha sido bueno, pero es preciso informar al niño de las consecuencias de sus actos, y de no cumplir una orden, por ello debe ser muy clara y debe efectuarse en el momento, no pasado un tiempo. Para ello, “V” debe ser clara en sus castigos y no dudar.

Algunas consideraciones a tener en cuenta para eliminar las rabietas de “R” podrían ser las siguientes:
-   No repetir la instrucción al niño más de una vez. Por ejemplo si queremos que se ponga el pijama, se dice una vez y no se repite ni se dan explicaciones.

-   Cuando a “R” le cuesta hacer algo, como irse a la cama, es recomendable explicarle lo que va a ocurrir y lo que pasará después. Avisarle cinco minutos antes, que es hora de irse a dormir, o decirle que al día siguiente se realizará una actividad que le guste, de este modo Roberto se irá más tranquilo a la cama.

-   Para conseguir que “R” repita un comportamiento adecuado, se puede premiar con algo que le gusta. De esta manera, aprenderá que el buen comportamiento conlleva un premio y cada vez le costará menos hacer esas cosas, de tal modo que las haga solo.

-   Si se produce una pataleta o un berrinche, los padres deben ignorar a Roberto hasta que se calme. Hay que hacer entender al pequeño que ese comportamiento no nos gusta y que mientras siga así no pensamos hacerle caso. Si es necesario y el niño se engancha a los padres, se le debe separar y repetirle la frase, "Te atiendo cuando te tranquilices". Cuando el niño se haya tranquilizado hay que explicarle que esa actitud es la adecuada a través del refuerzo positivo. Decirle lo bien que está así y darle besos es la mejor manera de que los niños asocien el buen comportamiento a algo positivo.
Además de llevar a cabo dichas indicaciones sería recomendable utilizar una técnica de modificación de conducta, como podría ser la economía de fichas, por ello sería recomendable explicarles a los padres en qué consiste, como por ejemplo de la siguiente manera:
“La economía de fichas es una técnica específica para desarrollar conductas iniciales y también para disminuir conductas problemáticas. En ella se hace uso del refuerzo positivo (las fichas que el alumno ganará por las respuestas deseadas) y el castigo negativo (las fichas que perderá por hacer conductas no deseadas)”.





También sería necesario explicar en qué consiste el refuerzo y el castigo, tanto positivo como negativo, que podría hacerse a través de esta tabla:
Refuerzo positivo: darle a Roberto  algo que le guste mucho, podría ser un abrazo o alabanza, un chicle, un juguete o un tiempo de juego extra al día.
Refuerzo negativo: si te acuestas pronto no tendrás que poner la mesa mañana. Consiste en quitarle una tarea que no le agrada.
Castigo positivo: darle a Roberto algo que no le guste. Por ejemplo si no ha cumplido las normas, hoy come lentejas.
Castigo negativo: quitarle la consola o el tiempo de juego, no dar chucherías o bollos.
Para utilizar correctamente el sistema de fichas, previamente y de modo conjunto padres e hijos deberán fijar claramente el valor de las fichas o puntos que se otorguen y las conductas que van a ser premiadas, es decir, las normas.
Una vez puesto en funcionamiento el sistema,  al principio se debe reforzar con fichas cada vez que ocurre la conducta deseada para motivar al niño y lograr que se repita. Cuando la conducta ya está adquirida y mantenida, se deberá reforzar de un modo intermitente. Del mismo modo, los intercambios de fichas o puntos deben ser frecuentes en el inicio de la aplicación del programa para, posteriormente, retardar de modo gradual y progresivo el intercambio.
Cuando las conductas se vayan instaurando y consolidando,  paulatinamente se debe ir espaciando los intervalos de intercambio de tal modo que se produzca una deshabituación progresiva de las fichas y de los reforzadores que obtiene el niño reemplazando los anteriores reforzadores materiales por reforzadores sociales (elogio, alabanza, sonrisa, aprobación, etc.).





La tabla de economía de fichas para Roberto sería la siguiente:
Normas
Premios
Castigos
Levantarme para ir  al cole sin insistencia de los padres
Desayunar algo que le guste mucho.
Desayunar algo que no le agrade del todo.
No decir palabrotas
Un dulce al día
No hay dulce
Contestar con un  tono normal
Ver película
No ver la tele
Hacer caso de las indicaciones de los padres
Jugar en el parque
No bajar al parque
Controlar las rabietas y las pataletas
Mas tiempo de juego
Se suprime el tiempo de juego
Acostarse pronto
Contar un cuento
No hay cuento

Los premios deberán ir siempre acompañados de elogios verbales, como podrían ser, “muy bien”, “pero que bien lo haces”…
Es importante que los castigos y los premios vayan acorde a los gustos del niño, por ello los padres deben analizarlos y ponerlos.

Una vez establecidos los premios y castigos sería recomendable hacer una tabla semanal donde se evalúen las conductas de Roberto. Un ejemplo sería el siguiente:







Normas
Lunes
Martes
Miércoles
Jueves
Viernes
Sábado
Domingo
Levantarme







No palabrotas







Hablar bien







Obedecer







No rabietas ni pataletas







Acostarse pronto







Si al finalizar la semana tiene más castigos que premios, se debe tener en cuenta para el premio semanal. Y si por el contrario tiene más premios que castigos se deberá reforzar insistentemente para que esas conductas se repitan.
“R”  sólo tiene 6 años y no ha adquirido un hábito de sueño, por lo que es necesario dar a conocer a los padres algunas consideraciones sobre este aspecto, para que el niño se levante descansado y realice todas las actividades diarias, así como mantener un estado de ánimo adecuado. Los principales hábitos recomendables para mantener un descanso nocturno satisfactorio son:
·       Establecer un horario regular de sueño. Se aconseja que durante los días de diario (de domingo a jueves) se vaya a la cama en torno a las 21:00 h., mientras que los fines de semana y vísperas de festivos se acueste una hora más tarde. No dejarle dormir la siesta durante el día, puesto que esto puede alterar sus horas de sueño habitual.
·       Hacer su habitación más atractiva, esto no significa redecorarla sino cambiar algunos aspectos y que el niño sea participe de ellos para que quiera irse a la cama. Por ejemplo: estrellas luminosas en el techo, pijama de algún personaje animado que le guste,… de esta forma se pretende conseguir que el niño tenga interés y una sensación positiva por irse a la cama.
·        Utilizar, en lo posible, la habitación dormitorio casi únicamente para el sueño, no para leer, estudiar ni comer: así, asociará la habitación con el descanso.
·       Desarrollar unas rutinas antes de acostarse,  como por ejemplo, ducharse, cenar, cepillarse los dientes y acostarse.
·       No realizar actividades físicas de importancia en las últimas horas de la noche: los ejercicios físicos que activen el cuerpo dificulta el sueño. Realizar actividades físicas que le produzcan cansancio durante el día: ir andando al cole, subir escaleras,…
·       No ingerir excitantes, ni alimentos que puedan interferir con el sueño: como bebidas con cafeína o cenas copiosas.
·       De igual modo, separar las comidas principales de las horas de sueño, para no intentar ir a la cama mientras aún se está llevando a cabo la digestión.
·       Mantener el dormitorio oscuro y en silencio, con la cama cómoda y a temperatura confortable.
·       En caso de no poder dormir en los primeros minutos, no realizar ninguna actividad que pueda causar desvelo, ni inquietarse: mantener una posición cómoda y relejada, los ojos cerrados y en silencio. Generalmente el sueño comenzará en breve período de tiempo. Si el niño no es capaz de dormirse puede contarse un cuento.
·       Utilizar recompensas por el hecho de irse a dormir solo o los progresos hacia esa meta. Es importante expresar lo orgulloso que se está de él y que es un "chico mayor".

 


 




Orientaciones para los padres en relación a “J”:

En relación con el caso de Juan, hemos llegado a la conclusión de que la mayor dificultad que presenta, radica en la falta de autonomía a la hora de realizar sus actividades cotidianas, debido fundamentalmente, a la sobreprotección materna y a los temores que esta presenta. Por ello creemos conveniente que las pautas de actuación en este caso deben ir destinadas a la madre, puesto que es quien sobreprotege al niño, y no le da la autonomía que le corresponde para su edad. Es importante hacer comprender a “V” que Juan no es tan niño como ella piensa, y que debe ayudarle a conseguir una autonomía adecuada. Ha de aceptar que Juan puede hacer muchas cosas solo, y que la sobreprotección no hará más que impedir que su desarrollo sea el adecuado.
Una vez dicho esto, las pautas serán las siguientes:
Como objetivo prioritario en cuanto a habilidades de autonomía hemos considerado primordial trabajar los siguientes aspectos: vestido, aseo, alimentación y relaciones sociales.

Autonomía en el vestido: “J” elegirá con su madre las prendas con las que se vestirá cada día. Una vez seleccionadas él se deberá vestir sólo, aunque la madre puede estar presente supervisando la tarea por si requiera de ayuda. La madre únicamente le ayudara cuando Juan se lo pida, de esta manera él tendrá que tener la iniciativa comunicativa. Se le proporcionará un apoyo visual para que Juan recurra a él si es necesario. En el momento de ir a dormir, Juan realizará también la rutina de desvestirse y ponerse el pijama solo.


·         Autonomía en el aseo: en este apartado remarcamos la importancia de ser autónomo en los aspectos de ducha, higiene dental, peinado e higiene íntima. De esta manera “J” comenzará a realizar cada una de estas tareas por él mismo e igualmente, al principio la madre podrá estar presente por si éste necesitara y pidiera ayuda; en todo caso, la madre le reforzará con refuerzos orales positivos una vez que “J” finalice la tarea de forma correcta. Para facilitar la autonomía de Juan en el aseo se le proporcionarán diferentes apoyos visuales. Las siguientes consignas le serán útiles a la madre para entrenar a “J” en estos hábitos:
*    En la ducha: 1. Desvestirse. 2. Madre e hijo recordaran el orden de ponerse gel, enjabonarse, aclararse e igual con el champú. 3. Preparación de la toalla. 4. Dar el agua y regular la temperatura. 5. Meterse en la ducha e iniciar el lavado del cuerpo y pelo. 6. Salida de la ducha y secar el cuerpo a conciencia. 7. Dar crema. 8. Vestirse. 9. Peinarse.

*        Higiene bucal: 1. Coger el cepillo de Juan. 2. Poner la pasta en el cepillo.           3. Cepillarse los dientes. 4. Expulsión de saliva y resto de la pasta de dientes (importe no tragársela). 5. Enjuague de la boca. 6. Limpieza del cepillo.
*        Poner especial atención a la limpieza de las partes íntimas, enseñándole la necesidad de la utilización del papel higiénico y después lavarse las manos.

·         Autonomía en la alimentación: en un primer momento se le darán a Juan los alimentos troceados, y él deberá comer solo. Después y de forma paulatinamente se le enseñará cómo ha de partir los alimentos, de tal manera que habrá que enseñarle cual es la forma correcta de usar los cubiertos, cómo ha de cogerlos para partir la comida, etc.                       

Pauta referida al menú (con ello queremos intentar corregir el problema de sobrepeso que sufre):
*        Acudir al endocrino para seguir una dieta completa.
*        Se aconseja la realización de ejercicio físico aeróbico que le ayude a no persistir con el sedentarismo que presenta hasta el momento.

·         Autonomía en las relaciones sociales: es importante que “J” comience a relacionarse con sus compañeros, desprendiéndose del apoyo constante del PT y de la dependencia total de la madre, esta ultima deberá proporcionarle momentos de juego con el hermano, con otros miembros de la familia y  con sus iguales en otros entornos como puede ser el parque al que se le recomienda asistir asiduamente. Además, deberá comenzar a dejar a “J” con otros niños sin su presencia o sólo, esto lo hará progresivamente, comenzando por breves espacios de tiempo que le ayuden a comprobar que Juan puede ser mucho más autónomo de lo que ella le permite y puede estar sin la supervisión constante de un adulto sin que esto suponga peligro alguno.








Actuación del centro educativo:
                El principal error del centro educativo es que está destinando un recurso que le ofrece la administración para satisfacer las necesidades educativas de muchos alumnos, para dedicarlo únicamente a “J”.  Esto no sólo afecta al resto de alumnos que están perdiendo la calidad del apoyo que necesitan, sino que a su vez afecta al mismo Juan en lugar de beneficiarle. Están mermando la capacidad de socialización de “J”, así como su autonomía personal, además de fomentar la apatía y disminuir el esfuerzo escolar del alumno, lo que desembocará en el fracaso escolar del alumno.
Debemos dejar al centro muy claro que las actuaciones que está llevando a cabo con Juan deben de modificarse. Para ello, se instará al centro a que realice varias acciones:
  • Desarrollar habilidades de autonomía personal con “J” para que se mueva cómodamente por las dependencias del centro. Para ello se le pondrán apoyos visuales que le faciliten identificar dónde se encuentran las aulas, los aseos, el patio, etc. Además, se instará a los compañeros a que ayuden a Juan si le ven perdido. Sería bueno que al comenzar a trabajar esta autonomía la PT escogiera a un “ayudante” compañero de Juan (se turnarían, y cada día un compañero realizaría esta acción ejerciendo de compañero-tutor) que le acompañara en los trayectos por el centro (para ir al patio, a gimnasia, etc.).
  • Deberán, así mismo, enseñarle habilidades sociales que le permitan una socialización plena. Para ello, se le enseñarán hábitos referentes a la relación con los demás: saludar a la gente conocida, escuchar, pedir por favor y dar las gracias; respetar turnos en juegos, pedir prestado, etc. También se le enseñarán juegos en grupo que posteriormente podrá practicar con los compañeros. Para trabajar estos aspectos, se podría hacer un programa de patio, en el que cada día, diferentes alumnos de su clase durante un periodo corto de tiempo del recreo (unos diez minutos) le ayudarían a poner en práctica las habilidades trabajadas previamente, así como los juegos.
  • También deberán enseñarle a “J” a realizar sus tareas escolares por sí mismo. Se le hará una adaptación curricular significativa y se le explicará claramente cuáles son las tareas que debe realizar en cada materia. Es importante aquí también que aprenda a ser autónomo. Para ello se le darán explicaciones claras de las sub-tareas que debe realizar para conseguir la tarea definitiva. Al principio necesitará muchos apoyos, pero éstos deben irse retirando progresivamente.
  • En cuanto a la asignatura de gimnasia, es importante que el centro no siga haciendo esta distinción con el alumno, ya que la discapacidad que presenta es intelectual y no motora. Por ello, se le irá incorporando al alumno progresivamente a las clases de gimnasia con sus compañeros. Se le deberá enseñar a practicar deportes, así como las reglas que rigen los mismos. Además, tendrá que entrenar sus habilidades motrices.
  • Es importante que el tutor haga ver al resto de sus compañeros que Juan va a hacer un esfuerzo muy grande y que éstos deben ayudarle. Se les debe dar un estímulo para que tomen esta tarea en serio y esto no suponga una burla, se les debe insistir en la responsabilidad que esto es para ellos, ya que serán un apoyo muy importante para la PT. 

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